lunes, 27 de enero de 2014

Teodoro Aramendía

 Maestro y arqueólogo



Teodoro Aramendía que hacia 1930 fuera maestro de mi padre, Emilio Isidoro Fernàndez, en la escuela Nº 149 de Remecó,  paraje cercano a Guatraché. Luego con el transcurrir del tiempo siguieron comunicándose principalmente a través de la correspondencia o en ocasionales encuentros.
Aramendía además de docente era un profundo conocedor de la arqueología del sur argentino y en todo lo  relacionado con los aborígenes de la región,  además un defensor de esta gente. Mi padre le sabía enviar elementos que por lo general habían pertenecido a los mapuches.
 Entre 1918 y 1922 fue maestro y director de una escuela de la comunidad Curruhuinca del  paraje Quila Quina, en las cercanias de San Martín de los Andes. Fue designado para este cargo por solicitud del Perito Francisco P. Moreno y por Carlos Ameghinohermano de  Florentino Ameghino y colaborador de este).
Posteriormente es desempeñò en la escuela Trahuncurà, tambièn  de Neuquén. Cumpliendo la doble función de docente y arqueólogo.
En 1920 realizó un viaje al archipiélago de Chiloé a fin de estudiar y coleccionar su Malacología, encomendado por el Museo Argentino de Ciencias Naturales.
En la década de 1920 realizó numerosos viajes por la patagonia, en misión ad honorem de dicho Museo. En 1926 se le otorga el título y diploma de Benefactor del Museo Argentino de Ciencias Naturales, por Decreto del Gobierno Nacional.
Entre alrededor de 1930 y 1934, se desempeñó en la Escuela Nro. 149 de Remecó, en un galponcito contiguo a la misma formó un museo.
En 1932 se crea en Guatrachè, el Centro de Docentes, que integran maestros de Guatrachè y su zona circundante, entre ellos estàn Teodoro Aramendìa y la que serìa su esposa Laura Gimènez (1) Tambièn en 1932, segùn el periòdico ” Acciòn” (òrgano del Centro de Docentes de Guatrachè) Aramendìa es elegido vicepresidente de la Asociaciòn de Maestros de La Pampa.
En 1935, él junto  a su esposa atienden el Museo Regional Pampeano (hoy Museo  Provincial de Historia Natural) de Santa Rosa,  fundado el 9 de julio de ese año. Aramendìa  dona gran parte de su colecciòn particular para la constituciòn del  mismo.  Cuyo  proyecto realizó en 1934. Desempeñando Aramendía la dirección del Museo entre  1935 y 1937.
En ese lapso se realizó una excursión arqueológica (una que está documentada, quizás hayan habido más) fue dirigida por Aramendía en el área del Fortín “ La Perra”, próxima al establecimiento agrícola “Ramón Quintas”, al sur de “El Durazno”, Se recolectaron 58 objetos entre los cuales se incluía materiales paleontológicos, arqueológicos,  etnográficos y del fortín citado.
La investigadora Vanina Hauser que reconstruyó las etapas más importantes del Museo Provincial de Historia Natural, sobre Teodoro Aramendía dice (en el diario ·”La Arena”, del 20 de julio de 2008):: “Es una de esas personas con las que te terminás encariñando durante el proceso de investigación”.
En 1941 escribió el artículo  "El  hombre prehistórico pampeano", publicado en la Revista Nº 1. Año 1941 del Centro de Estudios Pampeanos , con sede en Santa Rosa.
Luego el matrimonio Aramendía, ejercen como docentes en la escuela del campo “La Primavera”, en las cercanías de Santa Rosa.  (Ver suplemento Caldenia del diario “La Arena” del 26 de enero de 2003, Pág. 8).
En 1945, el matrimonio Aramendìa se radica en Buenos Aires. En 1947 se lo nombra profesor adscrito al Departamento de Geología del Museo Argentino de Ciencias Naturales.
 En 1948, Aramendía fue contratado por la entonces Administración General de Parques Nacionales y Turismo para efectuar relevamientos arqueológicos y paleontológicos a lo largo de la costa atlántica, hasta los primeros años de la década de 1950.
En 1953 escribe un “Informe sobre el descubrimiento  y singulares características  de Ushuaia prehistórica”.
Un artículo periodístico de J. Ricardo Nervi  publicado en el diario “La Arena”, de 1992, en su primer párrafo dice:”En la oportunidad de llevarse a cabo el Primer Congreso del Área Araucana Argentina del que participaron prestigiosos investigadores argentinos e internacionales, el señor Antonio Garcés, presentó una comunicación alusiva a don Teodoro Aramendía”. Más abajo  se menciona que por 1916 recorrió todo el sur argentino  acompañando a Carlos Ameghino .
Escribía y daba conferencias en Buenos Aires, Rosario y otras ciudades. Publicó numerosos artículos periodísticos.
Aramendìa estuvo vinculado a la mayorìa de los entonces Territorios Nacionales del sur argentino. En la ciudad de Neuquèn existe una calle con su nombre,  el mismo fue impuesto por Ordenanza 711 del año 1972.
Aramendìa naciò el 11 de septiembre de 1890 en  Echávarri, Valle de Allín, provincia de Navarra, España y falleciò en Buenos Aires el 28 de julio de 1955. Sus restos descasan en el cementerio de la Chacarita
Realizò estudios en Francia y fue docente de los Salesianos.
Me he contactado con Alicia Aramendía, hija de Teodoro, Ella como su hermana Laura, eran muy jóvenes cuando sus padres fallecieron. Pero se preocuparon en rescatar la obra de su progenitor, reuniendo  información de distintas fuentes conectándose con familiares en España y es así que ahora se ha hecho sobre Teodora Aramendía el Blog de José Luis Zalduendo Ursúa
Tribus Araucanas 
Tribus Araucanas es un trabajo del profesor Teodoro Aramendía en: (“El Monitor de la Educación Común”, páginas 123-127.Buenos Aires, 1920)
En un párrafo se refiere a la situación de ese momento de la comunidad Curruhuinca, donde él se desempeñaba como director de la Escuela Nº 33, de Quila Quina dice:
“…Las mujeres son hacendosas y sostienen el hogar con su buena dirección y trabajo. Encariñadas con la casa o el rancho, ahí pasan toda su vida; cultivan ellas mismas su quinta y he visto siempre que ayudan en todo a sus maridos. Cuando se encuentran libres de sus trabajos diarios, tienden su sencillo telar y al calor del fogón y del mate van adelantando su trabajo, y de ese pobre rancho, de las manos hábiles de esa paisana tan sencilla, vemos salir al poco tiempo una obra de arte.
¡El alcohol! He aquí el enemigo del indígena. El araucano está físicamente bien constituido. La vida al aire libre, la alimentación sencilla y sana que ha llevado durante siglos, ha formado una raza, físicamente, superior. En estos últimos años ha habido una gran regresión en este sentido y el principal factor es el alcohol. La forma de explotación de algunos comerciantes del campo, es conocida por todos. La escuela puede hacer mucho al respecto  y mejorar los hábitos del indígena, pero es necesario que las autoridades se preocupen y tomen enérgicas medidas que redundarán en benecifio de todos.
Hoy el indígena ha perdido el hábito del baño diario, que practicó cuando vivía solo. ellos mismos reconocen que no viven tantos años como sus antepasados y que no tienen la misma fuerza fìsica.                           
Introducciòn del Dr. Gregorio Álvarez, de Neuquèn a un artìculo de Teodoro Aramendìa“Los indios prehistòricos del Neuquèn” es un artìculo del Profesor  Teodoro Aramendía, que el Dr. Gregorio Álvarez transcribe en el segundo tomo de su obra “Neuquèn. Historia- Geografìa-Toponimìa” ( pàgs. 35-38)
Hay una introducciòn previa del Dr. Gregorio Álvarez referida a la persona de Teodoro Aramendía que dice lo siguiente :
Aramendá  no necesita ser presentado bajo el aspecto arqueológico en el cual ya tenìa un puesto señalado a la consideraciòn de los hombres de ciencia, aunque la ciencia que le diò mayor relieve, fue la que adquiriò allà en los cerros sureños de la patria.
Aunque el tuvo a honra llamarse discìpulo de Ameghino es igualmente meritorio llamarle discìpulo de los páramo del Neuquèn  y Patagonia, porque le enseñaron, con la realidad de un invalorable tesoro, el pasado del indio que  los habitò.
Su prepararaciòn arqueològica ha sido reconocida y valorada por el Museo de Historia Natural al nombrarle su corresponsal adscripto a la secciòn Geologìa y una autoridad como Doello Jurado,al proponerlo como benefactor de dicho museo, en  vista de su contribuciòn como recolector y donador de materiales arqueológicos y etnogràficos que afanosamente habìa buscado y seguìa  buscando en el lejano sur.
Su inquietud por adentrarse en el conocimiento etnogràfico y sociològico de nuestros indios pehuenches determinò al Dr. Angel Gallardo presidente del Consejo Nacional de Educaciòn nombrarlo director de la Escuela de Quila  Quina, junto al alucinante lago Làcar, en donde pudo instruir en las primeras letras a la tribu del famoso cacique Currhuinca, hijo del salvador del perito Moreno cuando estuvo prisionero de Shaihueque en Caleufú(Neuquén). Posteriormente se trasladò a Trahuncurà, para tener la facilidad de buscar en el seno de los cerros àridos, los vestigios de la inquietud indìgena, visibles solamente para aquellos que estàn habituados a su estudio.
Sus profundos conocimientos de la pasada edad patagónica hicieron que Parques Nacionales le encargara la búsqueda y recolección de materiales arqueológicos, tarea que le permitiò llenar más de 38 cajones.
Aramendía como todos los sabios fue pobre y modesto; sin embargo pudo ser rico y afamado si hubiera escuchado la propuesta foránea de las ventas de las colecciones que ha costa de sacrificios experimentados allá en las soledades desiertas pudo reunir con solícito cariño y patriótico empeño, para jerarquizar con material autóctono las salas de nuestros museos.Pero tuvo una intima  satisfacción la del deber a cumplir con el país de su adopción, en el que se sentía consustanciado con lo más recio de su fisiografía: la montaña y la pampa del sur  argentino.
Sirvan estas lìneas para reconocer y agradecer su valiosa  contribución.
Artículo de Cuadrado Hernández. “El eterno drama de nuestro indio”Generoso Cuadrado Hernández, en la “Revista Reconstruir”, de Buenos Aires, en su Nº 13, de julio-agosto de 1961, Págs.. 6 a 14 escribe el artículo “El eterno drama de nuestro indio”.
En un párrafo dice:”…a más de sesenta años de la ocupación de Pucaulle ( hoy San Martín de los Andes), se levanta vibrante la voz de uno de los descendientes del jefe indígena nombrado (Bartolomé Curruhuinca), cuyas familias moraban a lo largo de los valles que van desde el lago Lacar hasta la vega Maipú. Es la de  Gregorio Curruhuinca, radicado actualmente ( 1961) en Quila Quina, quien sin disimular la ira que lo domina, nos dice: “La verdad es que el indio estorba y lo han empujado hasta los pedregales, quitándoles  las tierras fértiles y obligándolo a que se muera de hambre. Es hora de que se haga justicia, que los huincas (cristianos) cumplan su palabra de protegernos, de ayudarnos a vivir y educarnos, como nos enseñara el maestro Teodoro Aramendía…”.Entre paréntesis Cuadrado Hernández escribe “se refiere a un educador que fue  verdadero apóstol de la enseñanza”.
Testimonio del señor Abelardo Álvez. El señor Abelardo Álvez, nonagenario (nació en 1921), vecino de Guatraché que fuera alumno de Teodoro Aramendía, en la Escuela Nro. 149 de Remecó, en los comienzos de la década de 1930, tiene de este un grato recuerdo.
Dice que Aramendía tenía a su cargo entre 30 y 40 alumnos, que además de dar clases a los niños de la escuela. Por su cuenta de noche dictaba clases, gratuitamente, a personas mayores, por caso bolseros.
Y también sabía llevar en su automóvil a Guatraché, a gente que requerían asistencia médica  y pedía  que otra persona los acompañe, por cualquier problema  que se pudiese presentar.
Don Abelardo considera que Aramendía fue un ejemplo, por su manera de proceder y por las enseñanzas por él  impartidas. Agrega que les decía : “Chicos en ningún momento hay que estar ocioso, siempre hay que estar ocupado en algo”.
ColeccionesEn 1947 el Museo de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” , de Buenos Aires  traspasa al Museo Etnográfico “Juan B. Ambrosetti” , también  de Buenos Aires sus colecciones arqueológicas y etnográficas. De esta manera  se incorporaron al museo las colecciones Zavaleta y Aramendía. La “colección Zavaleta”  está formada por una gran cantidad de piezas arqueológicas del noroeste …La colección Aramendia”, ingresada al Museo Bernardino Rivadavia en los años 1925 , 1928 y 1929 está compuesta por 5188 piezas líticas de la patagonia argentina; los artefactos estaban acompañadas de información precisa,  de manera que se pudo reconstruir, en algunos casos,  las unidades de recolección.[ Informaciòn obtenida  de NAy A . (Noticias de Antropología y Arqueología)
(1) Laura Angélica Giménez( 1905-1954) Profesora Nacional de Historia, trabajo con su esposo Teodoro Aramendía como docente y compañera. Cuando el matrimonio regresa a Buenos Aires, en 1945, se destacó como profesora en la Escuela Nacional de Comercio de San Isidro ( provincia de Buenos Aires). Su arribo como docente a la Escuela Nro. 60 de Guatraché, se  produce  por que tenía en la misma a su tío Mario Cabana y su señora María Elena F. de Cabana. Se desempeña en la Escuela Nro. 60 entre 1932 y 1935. En Guatraché se conocen con Aramendía y contraen enlace en Buenos Aires el  5 de enero de 1935.
                                                                                             Emilio A. Fernández
Trabajó en la parte de diseño y computación Roberto  Schneider
Carta de Teodoro Aramendía



Artículo de J. Ricardo Nervi